Desde EnPatines queremos fijar la atención sobre los más desfavoridos y vulnerables de nuestra sociedad, los niños y  adolescentes, fomentando el deporte en este caso el patinaje como medio para favorecer su autoestima, inculcarles el valor y la recompensa  del esfuerzo, el trabajo en equipo y  tambien la sociabilización.

Colaboración FAIM

Seguimos como cada 15 días acudiendo al centro de menores, cada vez los lazos con los chavales son mayores,  la relación es más fluida,  priman las bromas, sienten interés por nuestra vidas y disfrutamos como enanos de los juegos. El sábado utilizamos un frisbee, tanto voluntarios como chavales se entregan a fondo en cada juego y no se gana fácil, lo pelean hasta el final. Hemos salido todos con un gran sonrisa y sudados..

¡Volveremos!

Fundación Ozanam

Se imparten clases de patinaje en el Ies Ramón y Cajal, a niños sin recursos como medio para generar valores sociales y personales, fomentar la practica de un deporte de forma progresiva y dar continuidad al proceso de su formación deportiva. Aprenden que para conseguir objetivos hay una etapa de parendizaje que requiere esfuerzo y se les ayuda a comprender que todo no es inmediato ni fácil de conseguir.

Nuestra experiencia tanto con los niños como los adolescentes es muy gratificante, ellos dan más de lo que reciben.

Colaboración FAIM

Siguiendo con las actividades de la escuela Enpatines, concretamente en su faceta Enpatines Solidarios, nos involucramos con otro proyecto en el centro de menores.

Nos encontramos con chicos que ya sabían patinar, otros que jamás se habían puesto unos patines, incluso alguno que ni siquiera sabía lo que quería. Primeras lecciones sobre cómo ponerse los patines, posición… Y a rodar. Paciencia, voluntad y tiempo dan sus frutos, cambiando así la actividad del recinto cerrado, a proyectar rutas por la ciudad.

Así, dos domingos de cada mes, cambiamos nuestra rutina mañanera de juntarnos a compartir un rato de nuestra vida patinando, para ampliar y enriquecer el grupo de esta gran familia que es Enpatines. Y lo hacemos acudiendo al centro a buscar a los chicos, quienes, después de las primeras desconfianzas por esa nueva situación, nos esperan con entusiasmo para compartir sobre ruedas sus inquietudes, planes de futuro, sonrisas. En definitiva, un pedazo de su vida.

Estudian jardinería, electricidad, mecánica…Y ahora, de alguna manera, también son miembros de esta gran familia, que es el patinaje, y más concretamente de Enpatines. Cada domingo que compartimos con ellos, nos enriquece vivir esa experiencia con estos chicos que nos dan experiencias de vida, reales, duras, únicas. Y al mismo tiempo, nosotros comenzamos a adivinar en sus caras que ellos se sienten miembros de un grupo, integrados de forma natural en nuestro entorno, en nuestra sociedad. Todo ello a golpe de rueda, carril bici, disfrutando de las maravillosas sensaciones que es pasear por nuestra ciudad, descubriendo sus rincones, patinando junto a personas tan diferentes pero tan cercanas.